Mi hermano le regaló a su novia en el día de su cumple,
una torta-postre que él mismo hizo.
La vio en la tele, buscó por internet y se puso mano a la obra.
Es conocida como la torta de las tres leches.
¿No es un dulce? Mi hermano digo, la torta también lo es.
En cuanto a la torta, parece un poco complicado hacerla,
porque algunas recetes dicen que lleva leche evaporada
y eso suena raro,
al menos para mí y para el señor del supermercado que se quedó dubitativo cuando le pregunté.
De todos modos la leche evaporada se logra de manera muy sencilla:
ponés a hervir un litro de leche hasta que se reduzca a la mitad.
Luego se mezcla en igual cantidad leche condensada,
crema de leche y la leche evaporada.
Y se vierte esta mezcla sobre el bizcochuelo.
Si es un bizcochuelo casero es mejor hacer esto
cuando recién sale del horno y aún está caliente.
Si es un bizcochuelo de esos que se compran, hay que tener la precaución de pincharlo con un tenedor o palillo para que absorba mejor la mezcla.
Y eso es todo.
Después se puede decorar con azúcar impalpable, o con crema chantilly
o -como hizo mi hermano- con merengue italiano.
Si desean, se puede cortar el bizcochuelo (antes de humedecerlo)
y rellenarlo. Va bien con frutas.
Mi hermano tuvo una idea muy buena, la rellenó con postre crema de frutilla.
Quedó riquísima.
Tienen que tener presente que es una torta-postre muy húmeda y que se sirve fría.
Bueno suerte. Ojalá la puedan hacer y les salga muy rica.
Les dejo imágenes (de la torta) que inspiran.
¡Besos y buen martes!
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